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8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura – ¿Un Hilo Histórico o una Cacicada?

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura – ¿Un Hilo Histórico o una Cacicada?


Descubre la verdadera historia del 8 de septiembre como Día de Extremadura. Desde la confesión de José Luis Rodríguez Ibarra sobre una «cacicada» hasta el pacto entre poderes, exploramos las razones políticas y sociales que configuraron esta festividad. ¿Qué fechas alternativas se descartaron y por qué Guadalupe? Un análisis profundo de la celebración oficial y las voces críticas que emergen.

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8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura – ¿Un Hilo Histórico o una Cacicada?

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura

La Elección del 8 de Septiembre: Una «Cacicada» Confesa

El 8 de septiembre, fecha oficial del Día de Extremadura, se ha convertido en un referente de la «Extremadura del poder», generando un creciente cuestionamiento entre muchas voces, especialmente jóvenes, sobre su idoneidad como símbolo representativo del pueblo extremeño. Incluso personas cercanas al partido que gobernó la región durante casi cuatro décadas han expresado una distancia creciente con esta festividad oficial.

El misterio detrás de esta elección fue desvelado por el expresidente de la Junta, José Luis Rodríguez Ibarra, en febrero de 2022. Ibarra afirmó en un programa de Canal Extremadura que «El 8 de septiembre fue una cacicada mía». Su intención era establecer un «hilo histórico» que uniera a la región con la Virgen de Guadalupe, a pesar de que su propio grupo político se «enfadó mucho» con la propuesta, aunque finalmente «aceptaron la disciplina de voto».

Fechas Ignoradas: La Voz del Pueblo Frente a los Símbolos Imperiales

La búsqueda de Ibarra de un «hilo histórico que nos una con algo» llevó al descarte de varias fechas con un profundo significado popular y social para Extremadura. Propuestas como el 16 de marzo de 1829, en conmemoración del sacrificio de Muñoz Torrero, o el 14 de agosto, fecha de la masacre de Badajoz, fueron consideradas «poca cosa» o no «cuadraban con los aires de la Transición».

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura

Otras efemérides relevantes, como el 1 de septiembre, símbolo de la lucha victoriosa contra la Central Nuclear de Valdecaballeros y contra el «saqueo de Extremadura», tampoco alcanzaron la «densidad histórica suficiente» para el expresidente. Incluso el 25 de marzo, día en que los extremeños «fundieron las palabras Tierra y Libertad asombrando al mundo», le «sonaba a chamusquina campesina». Ni siquiera hitos constituyentes de la autonomía extremeña, como la creación de la Asamblea o la aprobación del Estatuto, fueron considerados.

Para Ibarra, el «hilo histórico fundamental era Guadalupe, el icono por excelencia de la Extremadura imperial». Se priorizó una fecha en la que el papel del pueblo se reducía a «figurante» o «público acompañante» de figuras como Carlos V, Felipe II o Juan Carlos I. Esta elección resonó con la tesis de Walter Benjamin: «La empatía con el vencedor siempre les viene bien a quienes mandan en cada momento».

Un Pacto de Transición: ¿Consolidando el Poder o Silenciando la Disidencia?

La imposición del 8 de septiembre en 1985 por Ibarra y el PSOE resulta aún más reveladora al conocer que esta propuesta había sido hecha inicialmente por la Comisión Eclesial Extremeña en 1978 y asumida por Alianza Popular. La «cacicada» se explica, con la perspectiva del tiempo, como una estrategia para «ganarse a los sectores más conservadores de la sociedad extremeña». El mensaje era claro: «el socialismo de la República está enterrado, eso de la Reforma Agraria es una antigualla» que sería gestionada con el PER (Programa de Empleo Rural) para «extinguir el hambre de tierra de los jornaleros».

Este momento encapsula el espíritu de la Transición, una etapa descrita por Rafael Chirbes donde «Los arribistas de ambos bandos habían tomado el poder de la nueva España y escribían la historia a su medida». En Guadalupe se trenzó un «pacto histórico», donde el «socialismo convenientemente descafeinado y el franquismo sociológico se daban la mano». El pueblo, de «ciudadanía organizada y movilizada», se transformaba de nuevo en «mero electorado o feligresía». Para los nuevos gobernantes, el pacto significaba conservar y ampliar el electorado; para la jerarquía eclesiástica, renovar su feligresía, mantener privilegios educativos y su influencia cerca del poder político.

De hecho, en la primera celebración del Día de Extremadura en Guadalupe el 8 de septiembre de 1985, Ibarra declaró que el hecho de que tuviera lugar allí fue consultado con los obispos, quienes lo consideraron «magnífico» y se produjo una «magnífica complementariedad de lo religioso con lo civil».

Evolución de una Celebración: De la Peregrinación a la Gala del Poder

Desde su instauración, el Día de Extremadura ha experimentado tres formatos distintos, reflejando la construcción de un sólido bloque de poder entre Guadalupe, Trujillo y Mérida. Inicialmente, en 1985 y 1986, todos los actos institucionales se concentraron en Guadalupe. Tras la misa y una pequeña procesión, se celebraba un acto político con izado de bandera y la intervención exclusiva del presidente de la Junta. Los gobernantes aprovecharon la base de masas de la tradicional peregrinación a Guadalupe para garantizar una «presencia numerosa» y un «baño de masas» para el líder.

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura
Imagen Jorge Rey

Entre 1987 y 1992, Trujillo tomó el relevo como centro de los actos, con conciertos de artistas como Luis Cobos, Montserrat Caballé o Hombres G, y la «consabida intervención exclusiva del líder». Las autoridades se trasladaban en helicóptero desde la misa en Guadalupe a la celebración en Trujillo. Esta fue una década «prodigiosa» donde, según Miguel Sánchez Ostiz, «lo que importa es la movida, el ambientillo, los eventos y que el sistema de subvenciones y estómagos agradecidos no se detenga».

Abucheo a Rodríguez Ibarra en Trujillo en 1992

Sin embargo, en 1992, un abucheo a Rodríguez Ibarra en Trujillo y la disminución de asistentes, sumado a quejas sobre el «exceso de alcohol» entre los jóvenes, forzaron un cambio. Ibarra argumentó que el «sentimiento extremeñista está afianzado», pero en realidad se buscaba contener la «utilización caudillista y el baño de masas con dinero público» que «pasaba de castaño oscuro». El histórico dirigente del PSOE, Pablo Castellano, ya en 1989, criticaba la «burocratización de las instituciones» y la «confusión del Estado con el partido dominante» en las autonomías.

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura

Desde 1993 hasta la actualidad (excepto pandemia y 2006 en Cáceres), el acto institucional central se ha celebrado en Mérida. Este tercer formato transformó el ambiente festivo de Trujillo en solemnidad, suprimiendo el «componente plebeyo». La protagonista por excelencia de esta celebración pasó a ser la «clase política del bipartidismo», el aparato político-administrativo del régimen autonómico. El Teatro Romano de Mérida se convirtió en un acto de «chaqueta y corbata», un espacio de distinción para la élite política, un «arrecife de coral del clientelismo».

Mientras tanto, en Guadalupe, la celebración ha continuado expresando una «alianza de calado histórico», con una gran representación de la élite eclesiástica y de los «poderes reales, fácticos». Instituciones como la Junta de Extremadura, la Asamblea, las Diputaciones, el Ejército, la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia participan a través de sus máximos representantes, renovando una «sagrada connivencia» entre la Iglesia, el Ejército y el poder político.

La Extremadura Olvidada: Más Allá de los Actos Oficiales

Frente a la Extremadura del poder que encarnan estas celebraciones, existe «otra Extremadura»: la de los campesinos, la gente trabajadora, la «limpia y fraterna», la que «no se vende ni se rinde», la de la Dignidad. Esta es la Extremadura que «siempre odiaron los señoritos y caciques», la que se opone al extractivismo y la colonización energética, la solidaria con Palestina, la emigrante que no olvida sus raíces y la que lucha «día a día contra el viejo y contra el nuevo caciquismo».

El historiador Víctor Chamorro, en su obra, evocaba el sueño y la epopeya de los campesinos extremeños como los «auténticos tejedores de nuestra identidad», cuya rebeldía y esperanza suenan «actuales y urgentes». Estas voces, a menudo silenciadas en los actos oficiales, aspiran a un futuro donde la región pueda erigir un «nuevo 25 de Marzo», una fecha que verdaderamente represente su lucha y su identidad.

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura

8 de Septiembre: la larga sombra de una cacicada by Manuel Cañada Porras

8 de Septiembre: La Controversial Historia Detrás del Día de Extremadura – ¿Un Hilo Histórico o una Cacicada?