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MOSAICO Extremadura: la estrategia que une campo y ciencia para prevenir los grandes incendios forestales

MOSAICO Extremadura: la estrategia que une campo y ciencia para prevenir los grandes incendios forestales

MOSAICO Extremadura: la estrategia que une campo y ciencia para prevenir los grandes incendios forestales

El Proyecto MOSAICO en Extremadura busca prevenir los grandes incendios forestales recuperando el paisaje tradicional mediante agricultura, ganadería y selvicultura. Una estrategia pionera que une a la Universidad de Extremadura, la Junta y la población rural.

Guía del contenido

MOSAICO Extremadura: la estrategia que une campo y ciencia para prevenir los grandes incendios forestales

El origen de un problema: del campo vivo al monte abandonado

Hace solo unas décadas, los pueblos extremeños eran centros vivos de actividad agrícola y ganadera. Las huertas se cultivaban, los prados se aprovechaban y los pastores recorrían los montes con sus rebaños. Esta interacción constante con la naturaleza ayudaba a mantener bajo control la vegetación, evitando que se acumulara como combustible para el fuego.

Sin embargo, la despoblación rural y el abandono del campo cambiaron radicalmente el paisaje. Miles de fincas dejaron de trabajarse y el monte fue colonizado por masas forestales continuas y homogéneas. Resultado: más de 1.300 incendios en la comarca de Sierra de Gata entre 2001 y 2013, y un punto de inflexión en agosto de 2015, cuando un gran incendio arrasó más de 7.000 hectáreas de bosque.

Una comisión en la Asamblea de Extremadura fue clara: el fuego se había vuelto incontrolable porque el campo estaba vacío.

El nacimiento del Proyecto MOSAICO

Tras aquella tragedia, la Junta de Extremadura encomendó a la Universidad de Extremadura un reto mayúsculo: diseñar una estrategia para prevenir incendios de gran magnitud.

Así nació el Proyecto MOSAICO, una iniciativa innovadora que propone recuperar el paisaje tradicional mediante un enfoque participativo: agricultura, ganadería y aprovechamiento forestal como defensa contra el fuego.

El objetivo es devolver al territorio un paisaje en mosaico, es decir, un espacio diverso, productivo y habitable, capaz de reducir la continuidad del combustible vegetal y frenar la expansión de las llamas.

¿Por qué un paisaje en mosaico es la clave contra el fuego?

El gran problema de los incendios actuales es la acumulación de monocultivos y masas continuas de pinar. Cuando todo el monte es combustible, el fuego se propaga sin control.

El MOSAICO plantea fragmentar ese riesgo con nuevas parcelas cultivadas, zonas de pastoreo y explotaciones forestales sostenibles. Se trata de construir cortafuegos productivos, que además de frenar las llamas, generen riqueza y empleo.

Ejemplo de ello son los cultivos de castaños, el pastoreo extensivo que reduce matorrales o la reactivación de huertos tradicionales. En palabras de expertos agroforestales, el modelo consiste en “transformar el fuego en una oportunidad para devolver la vida al campo”.

La implicación de la población local: el alma del MOSAICO

Un aspecto fundamental del proyecto es que no se trata solo de una estrategia técnica, sino social y económica.

  • Los agricultores y ganaderos son la primera línea de defensa contra el fuego: cada huerta trabajada o cada rebaño en el monte elimina combustible.
  • MOSAICO asesora, acompaña y simplifica trámites para quienes proponen iniciativas vinculadas a la prevención de incendios mediante actividades productivas.
  • Se facilita la comercialización de “productos cortafuegos” como miel de castaño, quesos de pastoreo o madera certificada, convirtiendo la prevención en motor económico.

De esta forma, el proyecto no solo reduce el riesgo de incendios, sino que también lucha contra el despoblamiento rural.

Cómo trabaja el equipo MOSAICO

El equipo interdisciplinar de la Universidad de Extremadura y colaboradores locales desarrolla su labor en tres grandes líneas:

  1. Sensibilización e información: charlas comunitarias, asesoramiento directo y mediación entre iniciativa local e instituciones.
  2. Apoyo técnico y burocrático: desde orientar cultivos alternativos hasta crear redes de emprendedores rurales.
  3. Impulso económico: ayudar a los productores a poner en valor sus productos como parte de una estrategia integral de prevención.

Un agricultor que quiera poner en marcha un cultivo de castaños, o un ganadero que ofrezca su rebaño para pastoreo preventivo, puede dirigirse al equipo MOSAICO y desarrollar su idea con acompañamiento profesional.

Conclusión: El futuro de la prevención está en las raíces del pasado

El Proyecto MOSAICO demuestra que la solución a los grandes incendios no está solo en más brigadas o helicópteros, sino en recuperar el vínculo entre las personas y su territorio.

Recobrar las prácticas agro-silvo-pastorales no es una mirada al pasado, sino una apuesta de futuro para crear un paisaje diverso, humano y resiliente ante el fuego.

Reflexión final: En un contexto de cambio climático donde los incendios son cada vez más intensos y devastadores, iniciativas como el MOSAICO ponen sobre la mesa una lección valiosa: cuando el campo vive, el monte no arde. Extremadura podría convertirse en ejemplo europeo de cómo la tradición, la ciencia y la comunidad pueden construir una defensa efectiva y sostenible contra el fuego.

MOSAICO Extremadura: la estrategia que une campo y ciencia para prevenir los grandes incendios forestales